viernes, 8 de febrero de 2008

Los médicos detectan que la obesidad genera una nueva enfermedad del hígado similar a la cirrosis

La obesidad lleva aparejados distintos problemas para la salud. De esos riesgos advierten continuamente los médicos. Diabetes, colesterol, problemas cardiovasculares... y ahora se suma una nueva advertencia: la acumulación de grasa en el hígado por la obesidad, con el tiempo puede llegar a producir en este órgano vital un deterioro semejante al de la cirrosis asociada al consumo de alcohol.

La doctora Marina Berenguer, hepatóloga del Hospital La Fe, explica que puede considerarse como "una enfermedad emergente" en tato que viene asociada a los cambios en los hábitos de vida. La especialista constata que en Estados Unidos ya es un problema frecuente y lo que allí ocurre ahora "llega aquí unos 10 o 15 años después".

La especialista asegura que la grasa en el hígado está asociada a la obesidad, un problema que va "a más. Se habla de que será la epidemia del siglo XXI", apunta. De hecho, recientemente se hizo público un estudio del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona en el que se afirma que en España se observa una tendencia creciente al sobrepeso y la obesidad. El informe asegura que los españoles pesan más que hace 20 años.

Esa acumulación de grasa en el hígado se conoce en el ámbito médico y científico con el complicado nombre de esteatohepatitis no alcohólica, patología que ayer ocupó parte del segundo simposio anual celebrado en Valencia bajo la organización de la Fundación Médica de la Comunidad Valenciana para el Estudio de las Enfermedades del Hígado.

"Los médicos de primaria nos dicen que ya ven muchísimos casos. Es el inicio de todo esto. Mucha gente que llega a la consulta con sobrepeso ya empieza tener la primera fase de este problema", apunta Marina Berenguer. Además, desde esas consultas de primaria ya se remiten a los especialistas.

La doctora Berenguer, responsable del programa abordado en el citado congreso, explica que el problema se inicia con el "depósito de grasa, que de momento no da síntomas", pero por el paso del tiempo esa acumulación supone "un ataque al hígado, y este órgano puede acabar cirrótico". El estado al que puede conducir es "casi igual al que sufre una persona que consume bebidas alcohólicas, pero en gente que no bebe".


Llegar a la cirrosis
La especialista explica que a la cirrosis se llega por "cualquier agresión externa al hígado". Ese proceso, si se perpetúa, "destruye las células hepáticas, y la zona del órgano que se muere se reemplaza por un tejido como el de las cicatrices. Cuando hay muchas cicatrices se habla de un hígado cirrótico".

Entre los agentes externos que están en el origen del proceso que describe Marina Berenguer se encuentran "el alcohol cuando se trata de personas que lo consumen de forma abusiva durante mucho tiempo. También puede deberse a la acción del virus que causa la hepatitis en un paciente que no consigue curarse de esta enfermedad". La acumulación de grasa se suma a esos factores externos que pueden ser "una agresión para el hígado".

La especialista explica que si el hígado llega a una situación de cirrosis, puede ocurrir que no "permita el paso de la sangre por este órgano, que entre sus funciones tiene la de sintetizar las proteínas y eliminar la basura del cuerpo".


Lucha contra el problema
Ante la situación que asegura ya está llegando a las consultas de atención primaria y también especializada, la hepatóloga señala que hay que dar "la voz de alarma y educar a la población sobre su estilo de vida".

Mientras para las "hepatitis virales se están desarrollando medicamentos eficaces" surge la realidad de la obesidad, sobre la que Berenguer insiste asegurando que "va a más y es muy difícil luchar contra ella". La dieta y el ejercicio físico deben ser, en su opinión, los grandes aliados para luchar contra la acumulación de grasa en el hígado, pero "la sociedad no va por ahí", explica.

La especialista no deja de advertir que hay que tener en cuenta el componente genético de la esteatohepatitis no alcohólica -presencia de grasa en el hígado- puesto que en las mismas circunstancias hay personas que pueden llegar a tener problemas por esta causa y otras que no.

El interés por investigar tratamientos para hacer frente a esta patología que la doctora Berenguer define como una "enfermedad emergente" lleva a la especialista a constatar que es un riesgo que se v a ir materializando con el tiempo.

El simposio organizado por la Fundación Médica de la Comunidad Valenciana para el Estudio de las Enfermedades del Hígado, contó entre sus ponentes con el doctor Fernando Pérez Aguilar. Este facultativo se ocupó de la ponencia dedicada al tratamiento de la esteatohepatitis no alcohólica.

Otros temas tratados en este congreso son el tratamiento de la hepatitis C y también qué hacer ante un paciente con hepatitis B que desarrolla resistencias. Esta actividad de carácter científico se celebra anualmente con la finalidad de dar a conocer las novedades en torno a las enfermedades hepáticas, según fuentes de la citada fundación.
fuente: lasprovincias.es