Como parte de la campaña informativa sobre obesidad, riesgos cardiovasculares y metabólicos que adelanta el laboratorio Sanofi Aventis, médicos especialistas se reunieron con un grupo de periodistas especializados en la fuente salud, con el fin de promover la difusión de los diversos mensajes a la población, ya que para cuidarla no basta comer mucho o poco, sino lo apropiado y lo que hace mejor al cuerpo.
Para gozar de bienestar físico y mental, hallar el equilibrio y la buena forma, pero, muy en especial, para no enfermarse, es conveniente que la población esté informada, cambie sus hábitos de vida y prácticas alimentarias, especialmente si el entorno es un “ambiente tóxico u obesogénico”, cada vez más contagiado por comidas rápidas y poco saludables, así como por facilidades que contrarrestan la movilidad y/o actividad física de las personas.
Entre los problemas de salud pública que en la actualidad afectan globalmente a un considerable número de personas está la obesidad, definida como el “exceso de grasa con relación a la composición corporal total, de acuerdo con los índices estandarizados para una población. Este sobrepeso se produce cuando la cantidad de energía que se ingiere con los alimentos es superior a la que se gasta, y luego se transforma en grasas hasta alcanzar un índice de masa corporal igual o mayor a 30 unidades”, explicó el doctor Carlos Ponte, especialista en Cardiología y Medicina Interna.
Agregó también que el concepto de obesidad que se relaciona con hipertensión es el de obesidad intraabdominal, que se refiere a la adiposidad o grasa visceral, la cual está en los órganos o entre ellos. La adiposidad intraabdominal está muy relacionada con los factores que causan el síndrome metabólico, compuesto por dislipidemia, hipertensión, resistencia a la insulina, diabetes mellitus 2, inflamación y trombosis.
“35% de las personas hipertensas, 33% de personas con problemas de colesterol y triglicéridos y el 71% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, son obesas, y de la suma de estos, 50% son hipertensos, 28% tienen dislipidemia, 19% tienen diabetes tipo 2 y 37% padecen enfermedad coronaria”, indicó el cardiólogo.
Asimismo, refirió que “la aparición de estas enfermedades se encuentra relacionada con la cantidad y distribución de grasa en el organismo, que puede presentarse en forma de pera; es decir, cuando se acumula más en la cadera y en muslos, o en forma de manzana, que es cuando la grasa se distribuye más en el área del abdomen, esta última es la que trae consecuencias negativas para la salud cardiovascular y metabólica”.
Clave del equilibrio metabólico
“En los pacientes con obesidad y síndrome metabólico los receptores endocanabinoides están aumentados en número y actividad, lo que determina una distribución predominante de la grasa visceral u obesidad intraabdominal, con las consecuencias que de ella se derivan: diabetes e hipertensión, al generarse mayor cantidad de ácidos grasos libres, además de asociarse a una respuesta aumentada de eventos cardiovasculares”, dijo el doctor Franklin Ablan, especialista en Endocrinología.
Habitualmente, el sistema endocanabinoide influencia diferentes conductas a nivel cerebral. “Uno de los elementos en el que actúa de manera coordinada es en la estimulación del apetito y el fenómeno de los efectos placenteros o de recompensa en relación con la ingesta de los alimentos –explicó el doctor Ablan- tales como su preparación o atracción al paladar. Cuando estos elementos se activan hacen que el sujeto ingiera comidas hasta que se dispare el mecanismo de la saciedad”.
En todo caso se debe comenzar por tratar de descubrir la causa del sobrepeso, sea esto por exceso de alimentación, falta de ejercicio, factores psicológicos o trastornos endocrinos. Por lo tanto, es indispensable consultar al médico, quien aconsejará el tratamiento conveniente, según la situación del paciente, ya que hay que tener muy en cuenta cómo se pierde la grasa.
Finalmente, recomendó el doctor Anselmo Palacios, también especialista en Endocrinología y Andrología: “el paciente obeso debe recibir atención individualizada que incluya un seguimiento dietético y nutricional, así como una reeducación alimentaria y modificaciones de los hábitos de vida. Este refuerzo de la educación deberá ir orientado hacia un cambio a largo plazo en el estilo de vida”.
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miércoles, 27 de febrero de 2008
La obesidad es un desorden metabólico de alto riesgo para la salud
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Obesidad