«Hay que integrar», ése es el caballo de batalla del conseller de Inmigración, Rafael Blasco, y la tarea no sólo atañe a valores democráticos, lingüísticos o culturales, también cuenta la dieta. Con ese propósito, y con el objetivo de conocer la realidad nutricional de la población inmigrante, la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Conselleria presentaron ayer un estudio que constata que hay todavía trabajo por delante: «El 28,6 por ciento de las mujeres padece sobrepeso», según informó María Dolores Silvestre, coordinadora de la investigación basada en una encuesta a 147 mujeres residentes en Valencia.
En las conclusiones del trabajo se constata que «la dieta de la mujer inmigrante no parece la correcta» al tiempo que se advierte sobre «una inadecuada selección de los alimentos pues se consumen alimentos de elevado precio sin beneficio nutricional y se limitan otros de interés con precio asequible».
La dieta de la mujer inmigrante, sobre todo de la procedente de países latinoamericanos, está caracterizada por «muy bajo consumo de alimentos de origen vegetal: farináceos, frutas y hortalizas; mayor consumo de alimentos de origen animal; y un considerable pero no alarmante consumo de alimentos de bajo interés nutricional».
El precio como factor decisivo
Como consecuencia de la nueva dieta, un 40,1 por ciento de las mujeres dice haber ganado peso desde que llegaron a España, mientras que un 14,3 por ciento aseguran haberlo perdido.
El precio es el factor fundamental que determina la compra de un determinado producto para el 93,9 por ciento de las mujeres encuestadas. Mientras que tan sólo un 46,2 por ciento consulta la información de la etiqueta relacionada a los aspectos nutricionales. La marca comercial sólo influye para el 51,7 por ciento.
Otro de los déficits de la nutrición en la mujer inmigrante hace referencia al consumo de agua ya que un 43,5 por ciento de las mujeres aseguró que bebía menos de un litro al día. El 91,8 por ciento bebe agua embotellada.
El jamón, la tortilla de patatas y la paella son los tres alimentos estrellas que han «adoptado» los inmigrantes a su llegada a la Comunidad Valenciana. También han aumentado su consumo de marisco y carne de vacuno. Mientras que se percibe una disminución en el consumo de frutas como la piña, mango o el aguacate, «principalmente por el alto precio que estos productos tienen en España», según declaró una de las mujeres inmigrantes presentes la presentación.
Cus-cus, mandioca, soya, arepas, avena o choclos son otros de sus ingredientes en una mesa cada vez, aunque todavía insuficiente, dieta mediterránea
fuente: abc.es
martes, 12 de febrero de 2008
El 40 por ciento de las mujeres inmigrantes ha ganado peso desde que vive en España
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Obesidad