sábado, 23 de febrero de 2008

Fuster plantea obligar por ley a medirse la tensión una vez al año

El cardiólogo reclama más recursos para la promoción de la salud, ya que el coste de curar las enfermedades cardiovasculares será inasumible

El afamado cardiólogo Valentín Fuster planteó ayer en Oviedo la posibilidad de obligar por ley a los ciudadanos a «medirse la presión arterial una vez al año». El director del Instituto de Cardiología del Hospital Monte Sinaí, de Nueva York, aludió a esta opción en el marco de su vehemente apuesta por una estrategia global que dedique más atención y recursos a la promoción de la salud. Y es que, a su juicio, los costes de curar las enfermedades cardiovasculares -«una auténtica epidemia mundial»- amenazan con alcanzar niveles inasumibles.
Premio «Príncipe de Asturias» de Investigación en 1996, Valentín Fuster realizó estas consideraciones al término de una conferencia que pronunció en la Facultad de Medicina. Un acto enmarcado en el ciclo conmemorativo del 40.º aniversario de la puesta en marcha de este centro, que coincide con el cuarto centenario de la Universidad de Oviedo.
Haciendo honor a su prestigio de notable orador, Valentín Fuster (Cardona, Barcelona, 1943) no defraudó al numeroso auditorio. Y eso que su intervención estaba titulada en un deficiente castellano: «Reto del siglo XXI: del tratamiento a promover la salud».

El ponente comenzó enfatizando tres postulados básicos: la necesidad de más recursos económicos para la investigación, la relevancia del trabajo en equipo y el desafío de descubrir jóvenes talentos dispuestos a dedicarse a la ciencia.
Sobre el primer aspecto, se mostró categórico: «Si a los políticos no les interesa hablar de investigación, significa que no les interesa hablar del futuro». Tras la conferencia, y respondiendo las preguntas de los medios de comunicación, Fuster se felicitó de que uno de los candidatos demócratas a la Presidencia de Estados Unidos acabe de introducir el factor salud en la contienda electoral. «Obama dijo hace dos días que la clave es promover la salud y prevenir la enfermedad. Es la primera vez que se dice en esta campaña», señaló.
Sin embargo, el presidente científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España no quiso cargar las tintas. «Los políticos tienen muchos problemas que resolver y no se puede centrar en ellos toda la responsabilidad. Yo deposito mucha responsabilidad en los ciudadanos, que pueden hacer mucho bien. En el caso del tabaco, en Estados Unidos han sido los ciudadanos los que han ido contra el tabaquismo pasivo», indicó.
Los puertos del Tour
De vuelta a la conferencia, y en relación con la tercera de las prioridades enumeradas, el cardiólogoenfatizó la necesidad de «descubrir gente muy joven e incentivada, chicos y chicas de 15 a 17 años muy creativos, aunque no necesariamente sean los mejores estudiantes».
A este capítulo inicial le siguió otro más técnico, en el que sintetizó los factores de riesgo, los mecanismos de defensa y los posibles tratamientos del sistema cardiovascular. Sobre los riesgos, incidió en la necesidad de abordarlos en conjunto. «El gran peligro es prestar atención sólo a una variable», subrayó. Precisó que «el ejercicio es muy importante, pero no fumar es igual de importante». Y luego citó los restantes factores: el colesterol, el azúcar en la sangre, la presión arterial, la obesidad... Sobre el ejercicio físico, Valentín Fuster puso de relieve que «es la puerta de entrada más fácil» para otras actitudes saludables: «Si uno hace deporte, es posible que coma mejor o controle la obesidad».

Y todo ello en un contexto general más que problemático, puesto que el cardiólogo trabaja con la hipótesis de que la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares en la población mundial se incrementará hasta un 200 por ciento en las próximas décadas. Su mensaje sobre la importancia de controlar la presión arterial se basa en que «es la causa número uno de accidente cerebrovascular».

Fuster se mostró crítico con el estilo de vida imperante -«neurótico», «ansioso» y «alocado»- y demostró que predica con el ejemplo: ha hecho en bicicleta casi todos los puertos de primera categoría tanto del Tour de Francia como del Giro de Italia. «Me faltan uno o dos, que voy a hacerlos», apostilló.
fuente: lanueva españa.es