viernes, 25 de enero de 2008

Londres premiará a los obesos que logren adelgazar

El Gobierno dará dinero y bonos a canjeable por comida sana y gimnasios

 Una mujer obesa pasea por una calle de Glasgow. Foto:  JEFF MITCHELL
Cada kilo perdido tendrá su recompensa. La última iniciativa del Gobierno británico para luchar contra la obesidad incluye el premiar a los obesos que reduzcan sus grasas. Quienes consigan hacer bajar la aguja en la báscula podrían obtener compensaciones en metálico, bonos a canjear por comida sana en los supermercados o por pases para utilizar los gimnasios. "Frenar la obesidad es el desafío sanitario personal y público más importante al que se enfrenta nuestra sociedad", afirmó el ministro de Sanidad, Alan Johnson, en la presentación de la nueva campaña para tratar de meter a los británicos en cintura.

El plan, que incluye las clases de cocina obligatorias para los escolares y en el que se han presupuestado 500 millones de euros, pretende también involucrar a los empresarios para que animen a sus empleados a perder peso, con incentivos económicos. El Gobierno podría también introducir una nueva legislación sobre el etiquetado de los alimentos, si la industria no acepta voluntariamente un nuevo sistema universal, de forma que las virtudes o peligros de su contenido queden claras. Las autoridades también negocian con el sector una reducción del tamaño, las grasas, sal y azúcar en los alimentos precocinados.

EVITAR 'CHUCHES' Y FRITOS
Casi el 25% de los adultos británicos son obesos, y esa cifra puede ser del 60% a mediados de este siglo. La prioridad y la principal preocupación es la obesidad infantil, que afecta a uno de cada cinco niños. Habituados a la comida basura, el Gobierno ha recomendado a los colegios que pro-
híban a los alumnos salir del recinto escolar a la hora del almuerzo para evitar chucherías, patatas fritas, pizzas y hamburguesas. Los establecimientos que vendan estos productos podrían quedar excluidos de las inmediaciones de escuelas y parques infantiles.
El plan incluye además la identificación de familias más propensas a la obesidad para ofrecerles ayuda preventiva y consejo personalizado en la sanidad pública. "La esencia del problema es simple: comemos demasiado y hacemos poco ejercicio, pero la solución es compleja. Desde el tipo de comida que comemos y el medio ambiente que nos rodea, hasta el modo de vida de los niños, es muy difícil evitar la obesidad en la vida moderna". La oposición reconoce el problema, pero califica el plan gubernamental de "vagas aspiraciones".

fuente: elperiodico.com