jueves, 31 de enero de 2008

La dieta perfecta depende de su tipo de sangre

¿Sabe si lo que usted come combina con su tipo de sangre? Pues el doctor Peter J. D'Adamo parece contestar esta pregunta al haber creado la dieta del genotipo basada en la teoría de que las personas con sangre O, A, B y AB deben ingerir dietas acorde a sus características sanguíneas para garantizar una buena salud y desterrar enfermedades.


Desde que se publicó su libro ''Coma bien para su tipo'' ("Eat Right 4 Your Type") en 1996, la dieta del tipo de sangre ha atraído a médicos y seguidores que se han aventurado a probar esta fórmula dietética. Supuestamente, la química de cada tipo sanguíneo necesita determinados alimentos para funcionar óptimamente y así evitar de por vida males como la obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes, artritis, alergias y hasta el temible cáncer.

Desde su primer libro, que fue un "bestseller" hace una década, el doctor D'Adamo ha seguido publicando otros para divulgar su teoría de cómo debe ser la alimentación según los 4 tipos sanguíneos que existen en el planeta, sobre nuevas formas de cocinar y especificaciones para males físicos concretos.

Plantea que nuestra sangre acarrea la historia de la evolución del género humano y de nuestra herencia genética y bioquímica individual. Describe a quienes poseen el tipo de sangre ''O'' que es el más antiguo de todos, a los ''cazadores'', cuya dieta ideal debería basarse en alimentos con mucha proteínas como la carne, algunos pescados, hígado, vegetales y frutas, mientras que debe eliminar el trigo y los productos lácteos.

A los de tipo ''A'', los ''recolectores'', les viene bien una dieta vegetariana basada en vegetales, frutas, toda clase de nueces y semillas, mientras obtienen su proteína de productos de soya y mariscos. Para los de sangre ''B'', recomienda la carne roja y los derivados lácteos, granos, vegetales y frutas, mientras tienen que evitar el pollo, el maíz y algunos mariscos.

Los de sangre ''AB'' pueden comer carne no roja, mariscos, lácteos, vegetales y frutas, en tanto la restricción sólo recae en el maíz y granos como frijoles.

Cayetano Enrique Lucero, un mexicano de 53 años, descubrió la dieta hace unos años después de que un médico que lo atendía por dolores en espalda y coyunturas, así como otros problemas digestivos y dolores de cabeza, se la recomendó para aliviar sus dolencias. ''Escéptico, comencé a adaptar mi dieta a las directrices de mi tipo 'O' y de inmediato sentí cambios en mis rodillas y hasta en mi piel. Ahora años después me siento en perfecto estado de salud, sin dolores de ningún tipo ni problemas de sobrepeso, como si hubiera hallado mi equilibrio natural'', dijo.

Dolores Pliego, otra mexicana que desde 1997 adecuó su dieta a su tipo ''O'', señala en su blog que apegarse a los lineamientos del doctor D'Adamo le ha permitido llevar una vida plena y sentirse mejor que nunca.

Para muchos, la dieta del tipo de sangre es fascinante y lógica, pero para algunos médicos resulta carente de evidencia científica. Es el caso del doctor Michael Klaper, quien en su sitio en la web, Earthsave, señala que D'Adamo ''ha creado un cuento de hadas sobre la evolución humana'' y critica que su teoría no provea suficiente documentación científica.

Cuestiona la teoría al dudar que se haya pasado casi ''mágicamente'' de un tipo sanguíneo a otro mientras se evolucionaba en la variedad de alimentos o cómo los indios norteamericanos pudieron equivocarse al basar su dieta en el maíz que no les beneficiaba, entre otras controversiales preguntas públicas.

Para más informes sobre la dieta del tipo de sangre, puede visitar el sitio en la red, www.dadamo.com.



Alimentos benéficos

Grupo O: aceite de oliva, acelga, ajo, alcachofa, brócoli, ciruelas, cebolla, jugo de piña, jugo de cereza, lechuga, menta perejil, pimiento rojo, rábano, salmón y trucha.

Grupo B: aceite de oliva, arroz, avena, bacalao, brócoli, carnero, ciruelas, coliflor, cordero, leche de cabra, menta, merluza, mero, papaya, pimientos, piña, plátano, queso de cabra, salmón, sardina, yogur y zanahoria.

Grupo A: alcachofa, ajo, amaranto, bacalao, brócoli, cereza, espinacas, limón, manzanilla, mostaza, perejil, piña, salmón, sardina, trucha, uvas y zanahorias.

Grupo AB: aceite de oliva, ajo, alfalfa, avena, apio, atún, cacahuates, café, ciruelas, coliflor, frambuesa, kiwi, lácteos de cabra, manzanilla, nueces, pavo, pepinos, perejil, piña, rábano, salmón, salvado de arroz, avena, uvas y zanahoria.