Operaciones para bajar de peso, que antes se consideraban estéticas, ahora son un asunto de salud pública y para el mes de marzo se practicarán regularmente en el Hospital Universitario.
Esto es, la que se practica a través de pequeñas incisiones y con la introducción de una cámara e instrumentos milimétricos, lo que resulta un método menos riesgoso e invasivo que la cirugía tradicional.
Esto a fin de atender el problema creciente de obesidad en el que Coahuila se mantiene en el segundo lugar a nivel nacional, atendiendo con estos métodos la denominada obesidad “mórbida”, es decir cuando el paciente es exageradamente obeso y además, resistente a cualquier tratamiento para regularlo.
La obesidad está determinada por un porcentaje de grasa corporal anormalmente elevada, tanto si es generalizada o localizada. El indicador más utilizado para clasificar la obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC), que relaciona el peso en kilogramos con la talla en metros, elevada al cuadrado (kg / (mts)2).
Según esta clasificación, se considera obesidad mórbida a aquella que presenta un IMC mayor o igual a 40. A medida que aumenta el grado de obesidad, crecen los riesgos asociados a esta patología que incluye el riesgo de muerte.