Por medio del chequeo de precios minoristas en las principales cadenas de supermercados de Seattle, investigadores de la University of Washington hallaron que los alimentos de bajo contenido calórico y ricos en nutrientes, principalmente las frutas y los vegetales, eran mucho más costosos, caloría por caloría, que los dulces y los "snacks".
Asimismo, el precio promedio de los alimentos bajos en calorías aumentó casi un 20 por ciento en dos años.
En cambio, en el mismo lapso de tiempo hubo una reducción del 2 por ciento en el costo de la mayoría de las comidas de mayor carga calórica, como la manteca, las papas fritas, las galletas y los dulces.
Los resultados, publicados en Journal of the American Dietetic Association, resaltaron la existencia de un obstáculo clave para una alimentación saludable. Y explicarían por qué las tasas de obesidad son mayores entre los estadounidenses más pobres, indicaron los investigadores.
"Mientras que los alimentos pesados (en calorías) siguen siendo la opción más accesible, el precio de los alimentos saludables recomendados y de bajas (calorías) ha aumentado desproporcionadamente", escribieron los doctores Pablo Monsivais y Adam Drewnowski.
En el estudio, los investigadores examinaron los precios de 372 alimentos y bebidas en venta en las cadenas de supermercados de Seattle en el 2004 y el 2006.
El 20 por ciento de incremento en el costo de los alimentos con menos cantidad de calorías estaría dejando a la comida saludable fuera del alcance de los estadounidenses que más necesitan estos alimentos, señaló el equipo.
"El hallazgo de que los alimentos de alto contenido (calórico) no sólo son los más baratos sino los más resistentes a la inflación, ayudaría a explicar por qué se siguen observando las tasas más altas de obesidad entre los grupos de recursos económicos más limitados", concluyeron los autores.
FUENTE: Journal of the American Dietetic Association, diciembre del 2007