viernes, 21 de diciembre de 2007

Paracelso, precursor de la Homeopatía

Comparto algunas reflexiones de Paracelso, nacido a fines del siglo XV en Suiza. Se le considera un precursor de la Homeopatia. Sus escritos revelan al gran Humanista que fue, y - de alguna manera, a mi entender - un precursor en el manejo de ese "lenguaje" que conocemos y que cada vez se divulga màs y màs... Y hablamos de un hombre que desarrollo su vida y profesiòn, en el siglo XVI...

El médico no es más que el servidor de la Naturaleza, y no su dueño. Por eso corresponde a la Medicina seguir la voluntad de la Naturaleza (Tres libros de cirugía, 1528)

El arte de la Medicina echa sus raíces en el corazón. Si tu corazón es falso, también tu medicina lo será; si tu corazón es recto, también lo será el médico que haya en tí. (Liber Paragranum)

El hombre debe aprender toda su sabiduría del gran Mundo o Macrocosmos, y no de un solo organismo o Microcosmos. Todo médico se hace, pues, en esta concordancia; el conocimiento del Mundo y, en él y por él, el conocimiento del hombre, Lo cual no constituye dos cosas sino una, que ha de ser finalmente complementada por la experiencia. (Opus Paramirum, Libro I, cap. 1)

Las cosas no están en los objetos para experimentar solamente lo que concierne al cuerpo visible, pues éste no es sino una parte del cuerpo total del hombre. (Opus Paramirum)

Cuando nos hallemos ante enfermedades cuyo origen no nos sea posible conocer por medio del cuerpo visible, debemos encender la luz que nos permita hablar, pues si no, las obras que esas enfermedades representan nos exhortarán a callar, por más que esto nos parezca en todo caso un tanto incomprensible. Si nos guiamos por esa luz podremos reconocer que ésa otra mitad invisible del hombre existe realmente y que su cuerpo no es sólo carne y sangre, sino una cosa demasiado brillante para nuestros groseros ojos. En esa parte están pues las enfermedades invisibles de todas las enfermedades (Opus Paramirum, Libro V, prefacio, 309)

El hombre es hijo de dos padres; el uno es la "tierra", el otro el "cielo"... De la tierra recibe el cuerpo material, del "cielo" su índole. Así aquélla conforma su figura, y el cielo le regala la "luz de la Naturaleza". Todo hombre refleja la índole de su padre; puede hacer aquello que es innato. Y se ha dado poder a los hijos para disponer sobre la herencia de sus padres (Opus Paramirum)

No puede amarse el alma sin amar el cuerpo y no es posible cohibirlo y aherrojarlo sin que el alma resulte perjudicada en igual proporción (Opus Paramirum, Libro III)

Aquél que se investiga a sí mismo es el que llega más lejos; porque ir al fondo de las cosas y acumular experiencia son cosas que conducen a Dios (Philosophia Magna)

Quien busca encuentra; quien busca en su cielo interior (Wer da sucht, der findet; wer da sucht in dem inneren Himmel- Philosophia Sagax, Libro II, prefacio)