Indiscutiblemente la belleza y la estética del ser humano van de la mano. Muchos "gorditos" son dignos de admirar y una muestra de ello son las famosas pinturas y esculturas de Fernando Botero. Pero también la realidad es innegable, el sobrepeso y la obesidad son trastornos del organismo que cada vez ocupan más la atención y preocupación del sector salud, ya que debido a su alta prevalecencia tanto en los países desarrollados como en vías de serlo, se les considerada como una de las epidemias del siglo XXI.
En México las Encuestas Nacionales de Nutrición revelaron un incremento considerable de ambos padecimientos. En las mujeres de 12 a 49 años las cifras predominantes aumentaron de 35.1 por ciento a 52.5 por en ciento en 10 años. Esto supone que actualmente existen más de 11 millones de mujeres en edad reproductiva obesas o con sobrepeso.
Respecto a los niños y adolescentes, las cifras publicadas en el Programa Nacional de Salud, indican que 5.3 por ciento de los menores de cinco años y 27.5 por ciento de entre cinco y 11 años presentan sobrepeso u obesidad, lo cual sugiere que los problemas de peso en adultos mexicanos podrían ser mayores en el futuro.
Causas y riesgos
La obesidad se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, además de ser el resultado del consumo de una cantidad de calorías mayor a las requeridas por el organismo. Los factores que la originan son genéticos y ambientales. La primera causa está asociada con predisposición familiar determinada por los genes del individuo. Sin embargo, la obesidad que se presenta en varios miembros de una familia también tiene que ver con la conducta alimentaría (forma de comer) y otras costumbres, como el patrón de actividad física, que los pacientes adquieren desde su infancia en el seno familiar.
En la sociedad mexicana la obesidad resulta difícil de combatir especialmente porque mantenemos un tipo de vida sedentario y una alimentación con altos niveles de consumo de carbohidratos y grasas, señala la doctora Hilda Rivera Mendoza, internista adscrita a la Unidad Metabólica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS.
La especialista apunta que la obesidad es una enfermedad crónica que en diversos grados padece el 30 por ciento de la población mexicana. Además, es un factor de riesgo para la generación de padecimientos como ciertos tipos de cáncer, (tanto en mujeres como hombres); anomalías en las articulaciones (produce importantes desgastes en cadera, rodillas y pies); trastornos pulmonares y respiratorios o apnea del sueño (suspensión involuntaria de la respiración mientras se duerme); problemas cardiovasculares, infecciones en la piel, a la vez de que se relaciona estrechamente con la diabetes mellitus, hipertensión arterial e infartos, entre otras consecuencias orgánicas.
La obesidad en la mujer se vincula con el cáncer de mama y matriz, debido a que la grasa es un reservoreo de diferentes hormonas que favorecen su desarrollo, y también provoca trastornos en la ovulación y en el embarazo, además de incidir en la infertilidad, señala la doctora Rivera Mendoza.
Afirma que por ser un padecimiento crónico, su tratamiento es a largo plazo. También alerta que los fármacos, tés, dietas y emplastes que se ofrecen para reducir peso en una semana o un mes, lo que realmente hacen es expulsar agua, no grasa. Cuando esto ocurre, generalmente el peso perdido se recupera en poco tiempo y a veces hasta más. Ante ello, la doctora apunta que es más económico llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio, todo ello bajo un adecuado manejo médico. De no llevarse a cabo estas directrices, el paciente corre el riesgo de sufrir recaídas que se manifestarán con aumento de peso corporal.
La especialista recomienda también que la mejor manera de eliminar la grasa del cuerpo es hacerlo gradualmente a razón de un kilogramo por mes.