martes, 18 de diciembre de 2007

El poder del agua

El agua es esencial para la vida. Constituye más del 70% de nuestros cuerpos y tiene injerencia en varias de sus funciones, tales como: regular la temperatura y transportar alimentos y gases, así como eliminar los productos tóxicos en forma de orina y sudor. Además conserva fuertes nuestros músculos, lubrica las articulaciones y los órganos, y mantiene la piel joven y elástica. En fin, beberla nos brinda varios beneficios.

Si le preguntamos a las personas qué cantidad de agua beben durante el día, probablemente la mayoría nos respondería una cifra menor a la recomendada, que es: dos litros diarios, lo que equivale a 8 vasos de 250ml. No obstante, muchas veces esta cantidad no es suficiente si se está expuesto a temperaturas excesivamente cálidas o si se realiza un rutina de ejercicio extenuante.

Los expertos comentan que el ser humano puede sobrevivir meses sin comer, pero sin agua moriría en 12 días. Estas son algunas recomendaciones:

  • El agua ayuda a que el organismo funcione correctamente. Hay que procurar beber entre 1.5 y 2 litros diarios de agua. En temporadas de calor el consumo debe aumentar.
  • Se recomienda empezar y acabar el día bebiendo un vaso de agua.
  • Hay que beber antes, durante y después de hacer ejercicio. Durante su práctica debemos hidratarnos cada veinte minutos en promedio.
  • Lo más sano es el agua sin gas y sin azúcar.
  • El café, el alcohol, el té y otras bebidas similares son diuréticas e incrementan la eliminación de líquido por la orina. Hay que tener cuidado con ellas.
  • Infecciones, fiebres, vómitos y diarreas ocasionan una rápida pérdida de líquidos que hay que reponer de inmediato.

Si no bebemos suficiente agua:

  • El cuerpo automáticamente hace uso de sus reservas repartidas en las articulaciones o en la sangre, por ejemplo, así como en órganos como el hígado, los riñones o el cerebro.
  • La función de los riñones, que consiste en desintoxicar nuestro cuerpo, se ve muy perjudicada.
  • Aumenta la densidad o el espesor de la sangre, lo que puede provocar calambres. Además, el riego sanguíneo queda afectado y eso hace que aumente la presión.
  • La piel pierde elasticidad, por lo consiguiente se forman más arrugas.
  • La orina es más densa, lo que favorece la formación de cálculos o infecciones urinarias.

Cuidado con la deshidratación

Una deshidratación crónica puede impedir el funcionamiento correcto de nuestros órganos. Durante éstas no solamente se pierde agua, también potasio y sodio. El cuerpo está programado para regular el flujo de agua de una manera homogénea e igual todo el tiempo, si este equilibrio se rompe por la pérdida de agua pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Boca seca y pérdida del apetito
  • Dolores de cabeza y mareos
  • Baja la concentración
  • Síntomas de sueño y debilidad
  • Ojos hundidos
  • Pulso acelerado

No todo es cierto…

  • Algunas personas tienden a beber menos agua porque creen que retienen líquidos y eso perjudica su salud. Sin embargo, si un cuerpo sano nota que hay un exceso de líquido lo elimina por sí mismo a través de la orina.
  • La creencia común de que el agua engorda es totalmente incierta. Por el contrario, bebiendo agua en abundancia se come menos y, de esta manera, se puede perder peso.
  • Muchas veces hemos oído que la sauna es ideal para adelgazar, lo que es falso; mediante este método únicamente se pierden líquidos, los cuales deben ser restituidos de inmediato.

Para saber más…

Con raras excepciones casi todos los alimentos contienen agua. Su consumo aporta un porcentaje importante de la que se necesita cada día. Las frutas y los vegetales son los alimentos que más agua contienen. No obstante, es menester tomar esos dos litros o más de agua para mantener el organismo hidratado convenientemente.

Una manera de verificar si se está tomando la cantidad adecuada de agua es observando el color de la orina, si es oscuro puede ser una señal de que el cuerpo está “ahorrando” líquidos por falta de éstos. Como regla general, la orina de color amarillo claro y producida por lo menos cuatro veces al día, es lo normal para un adulto. ¡La vida es agua, sin agua no hay vida!