lunes, 19 de mayo de 2008

El mexicano conocido como "el hombre más gordo del mundo" ha perdido 235 kilogramos desde marzo de 2006

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El mexicano Manuel Uribe, que alguna vez fue considerado el hombre más gordo del mundo, sigue perdiendo peso.

Uribe fue inscrito en el libro Guinness de los récords cuando pesaba 560 kilogramos (1.234 libras).

El certificado lo tiene colgado en la pared de su casa, en la ciudad de Monterrey, desde donde sólo ha salido dos veces en los últimos seis años.

Pero desde marzo de 2006, mediante una rigurosa dieta, ha perdido 235 kilos.

Su meta es llegar a pesar 129 kilogramos antes del año 2010, con lo que podría convertirse en la persona que más peso ha perdido en el mundo.

A pesar de que todavía no puede mover sus piernas hinchadas, planea salir otra vez de su casa, el próximo mes, para celebrar su cumpleaños 43.

Como no podrá caminar, lo sacarán en su cama, que será transportada en un camión.

Cambio de dieta

Manuel Uribe engordó a base de hamburguesas, tortillas de queso, patatas fritas y todo tipo de "comida chatarra", cuando vivía en Estados Unidos en los años 80 y 90.

El año pasado, Uribe le explicó a BBC Mundo que en 2006 un equipo médico de Estados Unidos se ofreció a ayudarlo.

"Doctores de un plan muy moderno de alimentación y de salud que se llama The Diet Zone se trasladaron aquí a Monterrey y empezamos con ese programa, me empezaron a hacer exámenes y yo pensé que esta era una dieta como otra cualquiera", nos contó.

Sin embargo, "en un año empecé a bajar casi 200 kilos", dijo.

Su nueva dieta se basa en pescado, pollo, claras de huevo, vegetales, toronjas y cacahuetes.

"Los médicos me enseñaron a conocer mejor los alimentos, pero antes que todo tienes que conocerte a ti mismo", señaló.

Índices glicémicos

Uribe le dijo a BBC Mundo que ya no controla la cantidad de calorías que ingiere.

Sólo repara en "los índices glicémicos, que son la cantidad de azúcar que tienen los alimentos y la cantidad de glucosa que se transforma una vez que entra en la sangre", dijo.

"Yo no sabía que, por ejemplo, un plato de arroz disparaba tanto la hormona de la insulina, que es la hormona más poderosa de tu organismo".

"Entonces, ella puede ser tu amiga o tu enemiga. Y de hace un año para acá yo la hice mi amiga", concluyó.

BBC Mundo.com